sábado, 4 de agosto de 2007

¿Cuál es la fecha de una historia?


Pongámonos en un escenario narrativo
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Tod@s contamos historias.

Tod@s hemos contado algo alguna vez. Lo hemos hecho y lo hacemos todos los días. Es parte del arte de comunicarnos, de nuestra socialización cotidiana.

Algunos lo hacemos por diversión, pues nos gusta contar historias. O simplemente contamos algo que nos contaron o que nos ocurrió o impresionó.

Otras y otros, como los que nos visitan en este blog, lo hacemos en forma mas elaborada.

Finalmente, podemos narrar en forma mas articulada, artística, digamos "profesional". De allí nacen los narradores orales, cuenteros o cuentacuentos.

Ahora bien... hemos contado una historia. Esa historia tiene un tiempo, un momento en que toma cuerpo su existencia.

Ahora bien, ¿cuál es la fecha de existencia de esa historia que hemos contado?

En otras palabras, ¿se puede fechar esa historia que hemos narrado?

¿Desde cuando existe? ¿Qué opinan ustedes?

¿Quienes somos?

Contar historias siempre fue el arte de contarlas de nuevo, y este se pierde cuando las historias no son conservadas más. Este se pierde porque nadie más hila o teje cuando escucha una historia.


Walter Benjamin




En un país multicultural como el Perú, la tradición oral constituye un fenómeno rico y complejo, utilizado desde siempre por muchas comunidades, grupos lingüísticos, colectivos e individuos para transferir saberes y experiencias. En particular, las narraciones orales tienen como fuentes las sabidurías y tradiciones populares, memoria oral que se manifiesta mediante un heterogéneo conjunto de recuerdos y comprensiones de los pasados entremezclados con vivencias del presente y expectativas de futuro. Las narraciones, ya sea escritas u orales, constituyen un encontrarse con metáforas que se apoyan en la vida cotidiana. La recreación de estas tradiciones orales es pues uno de los condicionamientos esenciales en que los pueblos encuentran maneras de construir colectivamente imaginarios que generen sentidos de identidad y de pertenencia.

En Biblioteca España de las Artes buscamos que la recreación y ejercicio del arte de la narración oral se conviertan en referentes culturales de nuestras objetivos. En este sentido queremos ir mas allá de lo que puede significar esta practica como un vía de aislamiento y distracción. Es mas, las narraciones escritas permiten a los lectores experimentar historias del pasado en solitario, mientras que la tradición oral requiere de cooperación e inclusión. Por eso es que ofrecemos nuestra Sala Alberto Florez Galindo como un espacio abierto a este tipo de experiencias, donde mujeres y hombres narran y comparten experiencias, cuentos, leyendas y tradiciones con el público asistente, a veces en sus lenguas originales.

¿Nos compromete como Biblioteca España de las Artes involucrarnos en el arte de la narración oral? Pensamos que si. Concebimos este accionar como una actividad integral en que confluyen la investigación, la recuperación de la memoria, la lectura, la puesta en escena y la gestión. El hilo integrador que reúne toda esta trama de actividades culturales es ofrecer acceso a expresiones culturales de todas las manifestaciones artísticas, especialmente las que fomentan la diversidad y diálogo interculturales.

El arte de contar, interpretar y escuchar historias, como toda actividad humana, cambia con los tiempos, pudiendo abarcar lenguas, géneros, propósitos y escenarios diferentes en cada circunstancia. Nuestra primera experiencia como Espacio de Narraciones Orales fue incursionar en el tema de la importancia de la lengua nativa como elemento motivador. Por esto organizamos en el 2006 Todas las voces ….todas las lenguas: Primer Seminario de Narraciones Nativas. Quisimos allí brindar un espacio para que narradores tradicionales recrearan sus mitos, cuentos, leyendas, tradiciones familiares e historias familiares de sus culturas de propias etnias y lenguas nativas.

Pero queremos ampliar nuestro espectro de narradores temas y escenario. Nos interesa incluir en Espacio de Narraciones Orales a narradores, tanto los que cotidianamente desde siempre han incorporado el arte de contar historias en su vida cotidiana, como también l@s narradores nuevos o por afición, que han sentido la necesidad de comunicarse interactivamente con una audiencia mediante la narración.

Nos interesan también las temáticas y los géneros. La historia canonizada de los mitos y leyendas andinos amazónicos; las historias cargadas de sexualidad y picardía, herencia de las tradiciones orales rurales o afroperuanas; o las narraciones en las cuales los inmigrantes recrean su venida a Nos interesan las temáticas y los géneros: la historia canonizada de los mitos y leyendas andinos amazónicos; las historias cargadas de sexualidad y picardía, herencia de las tradiciones orales rurales o afroperuanas; las narraciones de migrantes a Lima, en las cuales, a manera de un plano o mapa temporal a la vez de espacial, se recrean las vicisitudes de la migración, lo cual puede fomentar un sentido de cohesión e integración a partir de un recuerdo de una gesta colectiva.

Por ultimo nos interesan los propósitos y escenarios. Contar y recrear historias puede ser también un ejercicio terapéutico a la vez de artístico. Temas relacionados con la opción sexual o el genero pueden servir de formas de exponer sentimientos como el maltrato o disminuir la exclusión y alertar acerca de la prevención de enfermedades como el HIV. Por otro lado, el mismo escenario de los claustros de La Casona puede servir para que antiguos alumnos de la universidad, que concurren a menudo a celebraciones, puedan rememorar sus años de estudio y estadía.

En resumen, parafraseando un viejo proverbio hindú…

Cuéntame un hecho y aprenderé. Cuéntame una verdad y creeré. Pero cuéntame una historia y ella vivirá para siempre en mi corazón

Proverbio hindu